lunes, 17 de diciembre de 2012

Solos en la ciudad (Diego Corsini, 2009)


La opera prima del argentino Diego Corsini parte de una sencilla premisa: joven pareja, discusión, ruptura y división de caminos. A partir de este hecho, cada uno irá manteniendo conversaciones con diferentes personajes, excusa que permite -tanto a ellos como al espectador- descubrir sus sentimientos, inquietudes o deseos.

A todos los niveles, quizá más desde el punto de vista formal, se evidencia durante toda la película que estamos ante el primer largometraje del director. Este hecho se observa en cuestiones básicas como el plano y el contraplano, el movimiento de la cámara y sobre todo, sobre todo, recalcamos, en un montaje caótico. Según avanza el film las transiciones entre planos son rápidas, forzadas y producen confusión e incluso cierto mareo en el espectador. Corsini, además, aprovecha cada momento que se le presenta para emplear todo tipo de recursos del montaje, caóticos e inservibles: cortinillas de acá para allá, uso un poco excesivo de split screen (pantalla partida)... Para más inri, todo esto se adereza mediante el uso ocasional de primeros planos con cámara al hombro, nerviosos y trémulos, contribuyendo de nuevo a la confusión del respetable. No es que, con ortodoxia intransigente, estemos en contra de este tipo de recursos. Al contrario. Pero creemos que no deben usarse sin más, sin guardar relación con lo que acontece en pantalla, sin ser una necesidad narrativa.
Florencia (Sabrina Garciarena) y Santiago (Felipe Colombo), la pareja en cuestión.
Fuente: solosenlaciudad.com.ar

En cuanto al guión -seguimos descuartizando sin piedad Solos en la ciudad-, carece de interés. La película se inicia de forma insultancial, continúa de la misma manera y, sí, en efecto, termina de la misma manera (happy end, por supuesto, que nadie espere otra serie de sutilezas). El guión se antoja poco estructurado, inconexo y falto de fluidez en determinados momentos. Algunas escenas y secuencias funcionan (la conversación entre profesor y alumna), pero otras parecen insertadas a la fuerza, de forma superficial, aportando poco a la trama (léase cierto momento protagonizado por un "choripán"). 

En ningún momento, o al menos esa es nuestra impresión, los personajes y los diálogos consiguen que el espectador empatice con lo que acontece en pantalla. Pero, de acuerdo, enfundemos la espada, quizá como comedia romántica tenga un pase para aquellos paladares poco exigentes.

© Un invento sin futuro

3 comentarios:

Claudio Rivas dijo...

como se nota un resentimiento snob en la crítica.
Yo creo que la peli tiene un excelente guión, muy buenas actuaciones y desde lo técnico no se puede criticar nada.
Estoy harto del cine contemplativo sin narratividad de Argentina.
Esta peli se la juega y muy al contrario de lo que dicen acá, el principal fuerte del film es que todo espectador se puede ver reflejado e identificado con sus personajes.
Ojalá haya más pelis así y espero que Corsini siga filmando a pesar de críticas mala leche como esta

Unknown dijo...

Gracias por tu comentario, pero no podemos más que reafirmarnos en nuestra postura. Incluso debemos decir que fuimos bastante clementes. No obstante, todas las opiniones son respetables y cada cual tiene la suya. Cierto es que es la ópera prima de Corsini y siempre tiene mérito sacar adelante un proyecto en el que crees.

Lo que no nos ha quedado claro es a qué te refieres con "cine contemplativo sin narratividad de Argentina": ¿qué directores, qué películas? Saludos.

Claudio Rivas dijo...

Recién veo la respuesta, disculpen la demora.
Está perfecto que reafirmen su postura. Yo hago lo propio con la mía...
Con cine contemplativo me refiero a los Lisandro Alonso, Lucrecia Martel, Diego Lerman, etc...
La Libertad, La Ciénaga, Tan de Repente. Encima sus Opera Primas y de ahí no hicieron más que empeorar...
Solos en la Ciudad es una película que se juega a contar una historia, que se apoya en sus personajes que son claramente identificables en cualquier grupo de amigos y que aún así no cae en tradicionalismos yanquis, sino que tiene una estructura fuerte, distinta, dos miradas sobre lo mismo y a la vez multiplica esas miradas por sus varios personajes.
Tener escenas largas de 10 minutos aprox es algo poco visto y aún así, la película se hace llevadera en todo momento sin aburrir.
Tiene cosas a corregirle, cosas criticables... pero creo que en la comparativa con la mayoría del cine nacional, esta película destaca y más aún sabiendo que es una Opera Prima...
Así que ansioso por ver más de Corsini, si es que críticas terribles como esta no terminan matando la carrera de un posible gran realizador...

Ojalá continúe filmando y podamos disfrutar mucho más de este potencial gran realizador.