jueves, 27 de diciembre de 2012

Tímidos anónimos (Jean-Pierre Améris, 2010) y Love´s Kitchen (James Haking, 2011)



Love´s Kitchen y Tímidos anónimos son dos de las seis películas que se proyectaron en la sección oficial del II Festival Internacional de Cine Gastronómico de La Laguna. Ambas son comedias románticas al uso y películas sobre las que no hay mucho que decir. Es por ello que hemos decidido publicar la crítica de ambas en una misma entrada. 

En Love´s Kitchen el protagonista, cocinero de gran nivel, está pasando por sus horas más bajas tras la muerte de su esposa, dedicándose a servir comida congelada a los clientes de su restaurante. Gracias a una crítica culinaria demoledora decide que ha llegado el momento de levantar cabeza e inicia un nuevo proyecto. Es entonces cuando conocerá a su partenaire en el film, relación que se inicia con el clásico amor-odio y que finaliza con el también clásico happy end. Ya con esto es fácil imaginarse el tipo de película que te vas a encontrar: predecible hasta decir basta, cursi (e insoportable la mayoría de en muchos momentos), con personajes poco desarrollados y carentes de cualquier profundidad... El mayor interés de Love´s Kitchen reside en que cumple con la temática del Festival al aunar cine y gastronomía. Y, aunque se trata de una película que entretiene ligeramente, no sale rentable la pérdida de tiempo que ocasiona su visionado.

En Tímidos anónimos hallamos algunos de los elementos citados en el anterior film, con la salvedad de que esta película sí consigue que el espectador pase un buen rato y se eche alguna carcajada. Las andanzas de una pareja de enamorados muy tímidos, cuya introversión llega a ser una enfermedad, ocasiona un par de situaciones rocambolescas que divierten y a la vez producen en el espectador sentimientos de ternura y empatía, sobre todo gracias a los personajes solventemente interpretados por Isabelle Carré y Benoît Poelvoorde (la dupla protagonista). La tercera película del director francés Jean-Pierre Améris es una producción amena y entretenida que resultó ser la ganadora del premio a la mejor película y del premio del público en CineEsCena 2012 (II Festival Internacional de Cine Gastronómico de La Laguna). El final, muy consecuente con los personajes, es además un simpático homenaje a Tiempos modernos (Modern Times, Charles Chaplin, 1936).

En resumen, ambas son comedias románticas donde el público ni se espera ni se lleva ninguna sorpresa. Siguen la conocida estructura (archirrepetida, sí, pero no por ello menos efectiva para una gran parte del respetable): chico conoce a chica, se enamoran, problemas en el paraíso y, finalmente (¡oh, sorpresa!), terminan juntos y felices comiendo perdices. Las dos son películas sin mayores pretensiones que entretener, aunque solamente en Tímidos anónimos se consigue el objetivo.

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